Solo él lo supo, únicamente el camino
conoce como mi carne conocía los fuegos sin quemarse
con la incorpórea levedad de las imágenes
ante la luz del cirio...
Y vagué por muchos de ellos
vuelto del futuro como quien lanza un dardo
hacia su sombra y se que hubo en mí tres tiempos
el de la mansedumbre,
el del águila incorporada
y el de la lucha por sobrevivir...
La magia del amor, de vivir las etapas del amor, de encontrar el camino a través de él.
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